Mito 4 “Aprendemos para la vida y no para la escuela” Parte 2

Manzana, libros y lápices de colores en primer plano y detrás un niño difuminado

Hoy seguimos analizando un mito educativo que nos gustaría que fuese cierto pero que, lamentablemente, no lo es.

Hace 30 años nadie se imaginaba que todos íbamos a usar cada día teléfonos móviles y no solo para hablar. Tampoco nadie predecía el papel que iba a tener internet en nuestras vidas y lo fácil que iba a ser conseguir información de cualquier tipo en unos segundos. Del cambio climático solo hablaban unos pocos, no se separaba aún la basura y nadie había escuchado hablar del microplástico y sus efectos en la fauna marítima.

En estas tres décadas nuestras vidas cambiaron pero las instituciones educativas que deben preparar a los niños para esta vida… ¿también lo hicieron?, ¿se adaptaron a esta nueva situación? La respuesta es no. Se siguen dando las mismas materias que hace 30 años.

Materias para la vida

No hay materias dedicas al cambio climática o una asignatura sobre la “alimentación”. Cada vez hay más niños obesos y sería muy importante que aprendieran la importancia de la alimentación para nuestra salud. ¿Qué influencia tienen las grasas saturadas o el azúcar? ¿Cómo influye la alimentación en la producción de insulina? ¿Qué es la diabetes?

En esta materia se podrían estudiar temas relacionados con química, biología, geografía, política o incluso psicología. Serían materias relacionadas con la vida real e interdisciplinarias. De esta manera el alumnado no adquiere conocimientos aislados sino que aprende que todo está unido, que una cosa influye en la otra y que se necesita conocimientos de diferentes ámbitos para entender mejor cómo está todo relacionado entre sí.

Además, de esta manera el alumnado estaría mucho más interesado, involucrado, con trabajos grupales o proyectos sobre estos temas.

Una educación así realmente prepararía para la vida, y mostraría la importancia de tener conocimientos en diferentes áreas para poder entender los problemas de la sociedad en la que viven.

Un granito de arena para el cambio

Pero lamentablemente estamos todavía a años luz de una educación así. Parece que no hay manera de cambiar algo en el sistema educativo que está tan incrustado. En una época donde se consigue cualquier información en unos instantes el alumnado aún pierde tiempo memorizando esta información en vez de dedicarse a la práctica y aprender cómo usarla.

Con el aprendizaje de idiomas pasa lo mismo, pero en A Casa das Linguas intentamos poner nuestro granito de arena para cambiarlo. Ayudamos a los niños a que aprendan a usar el nuevo idioma y no solo a memorizar estructuras gramaticales para “vomitarlas” en un examen o para rellenar una ficha. Evitamos que aprendan listas de vocabulario sin contexto solo para saberlas en el momento del examen y luego olvidarse de nuevo.

Porque en A Casa das Linguas queremos que nuestros/as alumnos/as aprendan realmente para la vida y no solo para la escuela. ¿Te animas a comprobarlo con nosotros?

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