¿Por qué el sistema de notas es tan contraproducente en la enseñanza del inglés?
En la escuela, el instituto o la universidad se dan notas para medir el grado de conocimiento de una materia. Estamos tan acostumbrados a este sistema que ni lo cuestionamos. Si recibimos buenas notas, se supone que dominamos bien la materia; si son malas, entonces no la dominamos. Pero ¿realmente reflejan las notas el aprendizaje? En este blog queremos reflexionar sobre esta idea y, en particular, sobre cómo afecta la enseñanza del inglés o cualquier otro idioma, que es lo que nos interesa especialmente en A Casa das Linguas y a las familias que buscan que sus hijos aprendan un idioma y mejoren su rendimiento escolar.
A nuestra academia llegan muchas veces padres que nos dicen que sus hijos sacan buenas notas en el colegio o instituto, pero que, aun así, no dominan el inglés, francés o alemán como para poder comunicarse. Tras asignarles un grupo según su edad y su rendimiento escolar, nos encontramos con que estos alumnos muchas veces no son capaces de entender ni responder a las preguntas más sencillas en el idioma que supuestamente están aprendiendo. ¿Cómo es posible que no puedan expresarse ni comprender una conversación básica si sus notas indican que están avanzando bien?
El problema está en el sistema de evaluación. Los exámenes de idiomas en colegios e institutos suelen ser escritos y basados en reglas gramaticales y ortografía. Si en un examen se pregunta por un cierto vocabulario, se hace de forma escrita. Si el alumno sabe escribir correctamente las palabras sin faltas ortográficas, recibirá una buena calificación, aunque no pueda utilizarlas correctamente en una conversación. Lo mismo ocurre con la gramática: los alumnos memorizan estructuras para aprobar el examen, pero después del examen las olvidan porque en la siguiente prueba se evaluará otro tema distinto. El único objetivo es la nota, no el aprendizaje real.
Las familias muchas veces confían en que si su hijo saca buenas notas es porque está aprendiendo bien. Pero lamentablemente esto no es necesariamente cierto, ni en inglés ni en otras materias. ¿Por qué el sistema de calificación se basa principalmente en conocimientos teóricos y no en la capacidad de hablar y comunicarse? Una posible razón es la facilidad con la que se pueden corregir y justificar las notas en un examen escrito. Es sencillo evaluar la ortografía: si de 10 palabras, 6 están bien escritas, la nota será un 6. Pero ¿cómo se califica la pronunciación o la fluidez? ¿Cómo justificar que un alumno recibe un 6 en expresión oral mientras su compañero obtiene un 7? Es comprensible que el profesorado prefiera evitar esta subjetividad, pero al hacerlo, se está dejando de lado la esencia misma del aprendizaje de un idioma: la comunicación.
Aquí es donde nuestro enfoque en A Casa das Linguas marca la diferencia. En nuestra academia de idiomas, con centros en Santiago y Bertamiráns, no damos notas, pero sí valoramos el progreso de cada alumno. Realizamos pruebas en clase, pero sin calificaciones, porque no nos interesa que los alumnos solo sepan rellenar bien una ficha de gramática o escribir palabras sin errores ortográficos. Nos interesa que sean capaces de comunicarse, que entiendan la gramática para poder corregirse a sí mismos y que adquieran conocimientos para usarlos siempre, no solo para aprobar un examen.
Un aspecto clave de nuestro método es la eliminación del miedo al error. En el sistema tradicional, los errores se castigan con malas notas, lo que genera ansiedad y frena la confianza de los alumnos a la hora de hablar. Pero en realidad, equivocarse es fundamental para el aprendizaje. Solo cuando un alumno se atreve a cometer errores y aprende de ellos, puede avanzar de verdad. En nuestras clases fomentamos un ambiente donde el error no es un fracaso, sino una oportunidad para mejorar. Y esto hace que los alumnos progresen mucho más rápido que en el sistema tradicional.
A veces ocurre que alumnos que avanzan muy bien con nosotros sacan malas notas en el colegio o instituto. Esto se debe a que son dos formas completamente distintas de evaluar. Si en el colegio están estudiando una lista de vocabulario para un examen, deben aprenderla para obtener una buena calificación, pero eso no significa que realmente dominen el idioma. Por esta razón, ofrecemos clases extra para ayudar a preparar exámenes escolares, porque entendemos que las notas siguen teniendo un peso importante en la vida académica de los alumnos. Sin embargo, siempre aconsejamos a las familias que no den tanta importancia a las calificaciones, especialmente en primaria, si nosotros les aseguramos que su hijo está progresando bien en el aprendizaje del idioma.
Conclusión: Las notas escolares no reflejan realmente el nivel de un alumno en un idioma. Más bien, miden su capacidad para memorizar información en un corto período de tiempo. En cambio, nuestro objetivo es que los conocimientos adquiridos permanezcan en los alumnos y que el idioma se convierta en una herramienta de comunicación real. Si los colegios e institutos abandonaran este sistema de evaluación basado en exámenes escritos y le dieran más importancia a la práctica oral, los estudiantes mejorarían mucho más en su capacidad de hablar y comprender el idioma. Mientras otros siguen atrapados en un sistema obsoleto, nosotros avanzamos. Y nuestros alumnos, también.